Libros recomendados

  • ''¡Será mejor que lo cuentes!'' por Antonio Núñez
  • ''El dinero y la ley de atracción'' por Esther y Jerry Hicks
  • ''Los siete poderes'' por Álex Rovira Celma
  • ´'Entra en tu cerebro`' por Sandra Aamodt y Sam Wang

viernes, 19 de marzo de 2010

HOBBIES


Cada vez me parece más patético la regularidad que muestran muchos adolescentes en su tiempo libre, proponiéndose siempre los mismos planes simples y hastiados o aburridos. El ''¿Qué hacemos este fin de semana?'' se ha convertido en la pregunta más constante y escuchada de los jóvenes del siglo XXI. Y a raíz de esta pregunta, la mayoría responde siempre de la misma manera: vamos de fiesta, hagamos un botellón, ¿a tu casa o a la mía?, ¿''kapi'' o ''danzú''? El problema no está en organizar y realizar estas propuestas, sino en obcecarse siempre en estos mismos planes, reduciendo tu tiempo libre a una continuidad frustrante y sin un fin alguno de aportación intelectual o constructiva.
Lo que me parece infamante es el hecho de catalogar de raros o ''frikis''(frikies) a todos aquellos que no se inmiscuyen semanalmente en este tipo de actos o eventos. ¿Qué pasa, que ahora por ir de cena con tus amigos, por darte un paseo en primavera con tus amigos por Madrid, por irte al campo, porque te guste la fotografía,porque escuches música distinta,porque te guste ir al teatro, porque leas, porque escribas, ya eres un RARO? Se pierden los hobbies tradicionales poco a poco aunque no nos demos cuenta, centrándonos en hobbies actuales que no sólo no te aportan nada, sino que encima son nocivos para tu persona. Gran paradoja¿no?
Esperemos que no desemboquemos en una sociedad en la cual los adolescentes sólo se dediquen a esto, porque de tal modo, si que nos buscaríamos la ruina intelectual.
Aprovecha el tiempo, descubre cosas nuevas, no todo es para siempre.
Y si eres un ''friki'', molas.

miércoles, 3 de marzo de 2010

GRUPO EQUIVOCADO

Otra gran preocupación y frustración de los padres consiste en el desconocimiento del grupo de amistades de su hijo. Es normal, los adolescentes se encuentran en la etapa más sensible de su vida, un ciclo que determinará su forma de ser, de actuar, su futuro, y los mayores tienen miedo de que su hijo se convierta en la persona ''equivocada''.
Como ya hemos tratado en entradas anteriores, los adolescentes conciben como meta de la felicidad la popularidad entre sus círculos sociales por los que se mueven. Y al aferrarse en alcanzar este ideal utilizan caminos o métodos que no son los adecuados. Una de estas tácticas erróneas consiste en relacionarse con grupos populares en los cuales, los adolescentes (ineptos,por cierto) creen que alcanzarán el poder que tanto ansían.
Pero ¿qué pensabais?¿Que esto sería tan fácil? Claro que no. Esto es un mero comienzo. Para ser acogido en el grupo deberás realizar exactamente lo que hagan los miembros de éste. Aquí comienza el problema: si ellos se alcoholizan TÚ acabarás haciendo lo mismo, si ellos fuman TÚ seguirás sus pasos, si ellos maltratan, humillan, insultan, roban o pelean, TÚ acabarás como esos. Suena humillante y degradante¿verdad? Pues esta es la ''cruda'' realidad y quien no lo sepa es porque no se quiere dar cuenta del penoso mundo adolescente en ciertos sentidos.
Muestra un mínimo de personalidad, no te dejes manipular y vive tu propia felicidad, no la que buscan los idiotas adolescentes que deambulan por las calles hoy en día.
Hablando en plata: si te arrimas al ''grupo equivocado'', estás jodido.

Bullers, esto va para vosotros, para que sepáis que vosotros nunca llegaréis a nada, mientras que la gente honesta,decidida y con personalidad dominará el futuro, persistiendo vosotros bajo su sombra.

miércoles, 17 de febrero de 2010

RAY SIMMONS

''Hola, mi nombre es Ray Simmons tengo 17 años y he intentado suicidarme. La situación me ha superado, no encontraba motivos suficientes para quedarme en este mundo aún sabiendo que los tenía. He procurado pensar en todas las cosas buenas que me rodean pero no he podido controlar los pensamientos negativos que fluían sobre mí. Mi problema es que todavía no he superado lo que llevo cargando a mis espaldas desde hace casi 23 meses y algún día sabía que no aguantaría más. En ese tiempo no me he sentido ni siquiera una mínima vez satisfecho conmigo mismo y es porque teniendo todo lo que un adolescente podría desear, siempre siento la 'maldita' ausencia de algo que necesito y no puedo tener. Esa ausencia ha producido este desastre, este final trágico, esta situación límite que ha sobrepasado el mural de mi fuerza psicológica.
En estos instantes procuro levantarme pero mis extremidades no me lo permiten, ni siquiera siento el latido acelerado corriente de mi corazón, intento gritar pero me veo incapaz de hacerlo, la angustia se apodera de mí.
Estoy muerto.
De lo que me arrepiento ahora es de no haberme despedido de la gente que me quiere y que la última imagen que verán de mi será la de un cuerpo inerte demacrado y extendido en la calle después de haber caído desde un 7º piso''.

martes, 9 de febrero de 2010

OPTIMISMO ADOLESCENTE

No se nace optimista, sino que se decide ser optimista desde las vivencias que se hayan tenido, tanto buenas como de las otras, cuando se tiene la capacidad de ver el lado bueno que tienen todas las cosas y cuando se está dispuesto a ir siempre hacia delante con confianza y sin miedo, a pesar de los contratiempos.

El optimismo es una de las características que puede llegar a determinar el carácter de una persona. Además, ser una persona optimista puede ser el medio para alcanzar la felicidad, por el simple hecho de evitar los pensamientos negativos, evitar el pesimismo.

Dentro del medio adolescente es difícil encontrar el optimismo como virtud en los chavales. Esto genera un problema en los jóvenes que padecen esta insuficiencia, ya que durante el periodo de la adolescencia el carácter del joven se encuentra más sensible de lo normal ante cualquier situación problemática y si uno no goza de este poder del optimismo es bastante más difícil salir de esta clase de situaciones o trances.

Llegamos a la conclusión que siendo optimista no se vive engañado, se vive mejor.